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Mensaje de la Presidenta

A finales de junio, tuve la dicha de participar como ponente y asesora en la Escuela Internacional Siegman 2023 sobre Láseres de la Fundación Optica en Dublín, Irlanda. Fue realmente estimulante y agradable interactuar con los 100 estudiantes asistentes, quienes habían viajado desde diferentes lugares e instituciones en Europa, América del Norte y del Sur, Asia, África y Australia, atraídos por su interés compartido en óptica y fotónica.

No fue sorprendente que, debido a los variados conocimientos de los miembros de la audiencia en óptica, las preguntas a menudo vinieran de direcciones inesperadas. Esas preguntas provocaron discusión y sugirieron nuevas perspectivas, incluso para algunos de nosotros que hemos estado en el campo durante décadas. Esto fue un gran ejemplo de cómo la diversidad fortalece nuestra ciencia.

Dicha experiencia estaba fresca en mi mente cuando escuché la noticia, el 29 de junio, de que la Corte Suprema de los Estados Unidos había dictaminado que los programas de admisión con conciencia de raza de dos instituciones, la Universidad de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte, fueron determinados ilegales bajo la Constitución de los Estados Unidos. La decisión prácticamente terminó con más de 50 años de acción afirmativa basada en la raza en la educación superior de los Estados Unidos. El fallo de la Corte era ampliamente esperado, pero su repentina realidad a fines de junio fue, de todos modos, conmocionante.

La acción afirmativa es un tema que suscita emociones fuertes por doquier. Mi opinión es que, las políticas educativas con conciencia de raza, aunque a veces defectuosas en su implementación, han hecho de los Estados Unidos y del mundo en general un lugar mejor durante el último medio siglo. Y han permitido que sus mejores universidades sean un mejor reflejo del país en su conjunto, y aumentando las oportunidades para los grupos desfavorecidos por el legado de generaciones de racismo y, al mismo tiempo, disminuyeron la discriminación sancionada por el Estado. Ahora, tales políticas de acción afirmativa ya no forman parte del conjunto de herramientas disponibles para construir una sociedad más equitativa.

Casi todos están de acuerdo en que un impacto inmediato de la decisión de la Corte será reducir las admisiones de estudiantes afroamericanos y latinos a las universidades de élite del país. (De hecho, esa ha sido la experiencia en los estados de Estados Unidos, como California y Michigan, que previamente han prohibido las políticas de admisión con conciencia de raza). También se cree que la decisión podría tener efectos indirectos en la contratación con conciencia de raza por parte de los empleadores y en otros esfuerzos centrados en la diversidad. Nos preocupan, por ejemplo, las posibles consecuencias imprevistas para los esfuerzos de DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) de las sociedades de ciencia e ingeniería, como los programas Amplify Black Science y Optica Women Scholars de Optica.

El impacto a largo plazo de la decisión, sin embargo, dependerá completamente de lo que Estados Unidos como sociedad decida hacer al respecto. Si bien esta decisión cierra una ruta hacia la diversidad y la equidad, deja otras abiertas, tanto para las universidades de élite del país como para la gama mucho más amplia de instituciones que realmente gradúan a la gran mayoría de sus estudiantes de pregrado. En un sentido más amplio, la decisión debería centrar una vez más la atención en cómo resolver las profundas desigualdades económicas, sociales y raciales en el conducto de escuela primaria y secundaria que alimenta los estudios superiores.

Como muestra la historia, el trabajo no será fácil, ni en los Estados Unidos ni en otros países. Pero es un objetivo que creo que Optica y la comunidad científica deberían apoyar apasionadamente. La diversidad y equidad hacen que el mundo sea mejor y enriquecen nuestra ciencia y tecnología.

—Michal Lipson,
Presidenta de Optica

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